Miró a la máquina (wishbone)

—Vamos a destruir el mundo— me dijo con cara de diabla mientras me ofrecía una de las patitas de la fúrcula del ave, con una sonrisilla cómplice logró convencerme de unirme al atentado.
— Mi deseo será que tu deseo se cumpla y tú desearás que se cumpla el mío — explicó.
La idea era confundir a la magia del huesito, ocasionar un holocausto de magnitudes incontenibles a la hora de fracturarlo. 
Jalamos al mismo tiempo, y como esperábamos, mi infalible buena  suerte me dejó con  la parte más grande del hueso en la mano, ingenuamente cerré los ojos y esperé sentir el estallido, ella sonrió de nuevo y se fue volando...